Círculo Octavo: Fraude


Virgilio muestra a Dante la sombra de Thais

Appresso ciò lo duca «Fa che pinghe»,
mi disse «il viso un poco più avante,
sì che la faccia ben con l’occhio attinghe

di quella sozza e scapigliata fante
che là si graffia con l’unghie merdose,
e or s’accoscia e ora è in piedi stante.

Taide è, la puttana che rispuose
al drudo suo quando disse "Ho io grazie
grandi apo te?": "Anzi maravigliose!".

E quinci sien le nostre viste sazie».

" Ahora, adelanta un tanto la cabeza ",
dijo mi guía, " y mira hacia adelante,
para que tu ojo clave con fijeza "

" esa descabellada lujuriante
que se rasca con uñas de merdosa
y se acuesta y se levanta a cada instante "

"Esa es Thais, la puta licenciosa,
que al decir su cortejo:
¿ Estoy en gracia ?,
le contestó:
¡ Y muy maravillosa ! "

" ¡ Vamos, que tanta podredumbre sacia ! "

( Canto XVIII, versos 2423-2430 )

Nota: He transcripto textualmente la obra de Mitre....Aclaro que ella es una traducción poética, no literal, y que figuran las palabras citadas arriba.


El hogar de los vendedores

Aquí, Dante nuevamente vuelve a ponerme en aprietos....Porque esta círculo se compone de diez aros...tenía tres opciones:

1) Citar aro por aro
2) Dividir este círculo en dos o tres partes
3) Mostrar a todos juntos

Como soy de naturaleza haragana, y supongo que llevaría no sólo demasido tiempo de hacer sino también de leer, he optado por la solución más fácil. O sea, la tercera.
Recorramos cada aro rápidamente:

Aro I:
Rufianes y seductores:

Primero, se describe este círculo infernal. Así nos enteramos que está dividido en diez aros o valles concéntricos, en cada unos de los cuales se castiga a una variedad especial de fraudulento. En el canto decimoctavo, se nombra a dos aros: este, o sea el primero, y al segundo. Aquí, demonios cornudos, armados con gruesas sogas, castigan a los rufianes y a los seductores. Después del encuentro de Alighieri con Caccianiamigo, un conocido, prosiguen hacia el próximo valle.

Aro II:

Aduladores:

No sólo los aduladores, sino también las cortesanas, están aquí.
Jasón, el Argonauta; Alessio Interminei, y la bella Thais, sufren en este lugar su correspondiente pena.

Aro III:

Simoníacos:

Podríamos definir a los simoníacos, según Dante, como a los que practican el comercio ilícito de las cosas espirituales. Hecha la aclaracion, prosigamos...
Estamos ya en el canto XIX. Comienza el texto con una imprecaución contra la simonía, y se describe el panorama de prelados y pontífices enterrados en antros ardientes, con una sutileza referida a los papas: éstos tienes las piernas fuera, ardiendo. Diálogo con el papa Nicolás III, que espera la venida de Bonifacio VIII para hundirse del todo, y anuncio de la condenación de Clemente V . Dante se despacha nuevamente contra los simoníacos, esta vez en forma de discurso.

Aro IV:

Adivinos:

En el canto vigésimo, hallamos a los adivinos, quienes a modo de castigo caminan con la cabeza trastocadas hacia atrás. Virgilio le hace una relación a Dante de los huéspedes más famosos de ese sitio. La Virgen Manto, fundadora de la ciudad de Mantua; Eurípile, Miguel Escoto, etc.

Aro V:

Rateros y tramposos:

El aro V y las peripecias dentro de él son descriptas en los cantos XXI y XXII. Los rateros y tramposos, son hervidos en un lago de pez, con demonios custodiando a su alrededor, y pinchándolos con sus tridentes para sumergirlos más dentro del líquido. Los demonios se oponen al paso de los viajeros; Virgilio parlamenta con ellos, y le indican un nuevo camino, aparte de asignarles una escolta (Ah, como detalle picaresco de Alighieri, recomiendo leer la última estrofa del canto XIX, la que habla sobre unas señales que se hacen entre los demonios y el jefe). Siguiendo con el relato en el canto XXII, se encuentran con que también están en ese aro aquellos que siendo protegidos por príncipes, aprovechan para traficar con la justicia. Cambian breves palabras con Ciampolo de Navarra, y luego presencian un incidente en que éste burla a los diablos, aunque por poco tiempo. Finalmente, abandonan ese valle.

Aro VI:

Hipócritas:

Luego de la gresca entre los demonios y el baratero, los diablos, furiosos, persiguen a los poetas inútilmente, puesto les está vedado salir de su correspondiente lugar en el Infierno.

Ya en el aro VI, divisan a los penados en este valle, que no son otros que los hipócritas. Cargan con pesados mantos, dorados en su exterior, pero hechos de plomo. Caminan lentamente por unas sendas tapizadas por los fariseos que acusaron a Cristo, extendidos en cruz y hollados por los otros condenados. Uno de los primeros, le indica la senda correcta, ya que los diablos los habían desorientado, al parecer deliberadamente.

Aro VII:

Ladrones:

El relato sobre el valle séptimo, correspondiente a los ladrones, ocupa los cantos XXIV y XXV. Comienza con una disertación poética sobre el año nuevo, el fin del invierno, y el comienzo de la primavera. Dante se desalienta y Virgilio lo anima a seguir. Entrando ya al aro, observan a los ladrones atormentados por serpientes; encuentran a un ladrón sacrílego (Vanni Fucci) que al ser picado por una de ellas es reducido a pavesas, renaciendo instantáneamente de sus cenizas, al modo del Fénix. Se confiesa y hace ciertas predicciones sobre la política del momento.
Ya entrando en el próximo canto, se nos cuenta de cómo el ladrón antedicho incurre en blasfemia y es castigado al momento por varias serpientes. Luego, ven a Caco, célebre ladrón de la antigüedad. Luego, encuentra cinco ladrones florentinos y con espanto ve su transformación en serpientes.

Aro VIII:

Consejeros fraudulentos:

La tortura para los huéspedes de este lugar, es estar contendidos en llamas animadas, que contienen a uno o más de ellos mientras giran por el valle. La flama que encierra a Ulises y Diómedes, posee dos crestas que hablan, y son interrogadas por los poetas. Ulises les cuenta de cómo , luego del incidente de Itaca, no pudo contener su ánimo aventurero y se hizo a la mar. Su paso más allá de las columnas de Hércules y su muerte, en un naufragio, a llegar a nueva tierra al Occidente.
En el canto XXVII prosigue la relación del octavo aro, con la charla entre Dante y Guido de Montefeltro. Éste relata la causa de su llegada al lugar donde está, por dar un consejo fraudulento a un papa, el anteriormente mencionado Bonifacio.

Aro IX:

Diseminadores de discordia:

Mahoma, su yerno Alí, Fra Dolcino, son algunos de los exilados en este Aro. Beltrán del Bosnio, uno de los condenados, lleva su cabeza entre las manos, usándola a manera de linterna, ya que brilla. Ya entrando en el Canto XXIX, pero siguiendo en el Aro IX, Dante se cruza con su pariente Geri del Bello, cuya muerte violenta está sin vengar. Aquél le esquiva la mirada airado, lo que da pie a un nuevo diálogo entre los poetas. Descienden al Aro X

Aro X

Falsarios de todo género:

Aquí yacen los falsificadores comunes y los alquimistas, devorados por espantosas llagas. Cambian palabras con una sombra, que resulta ser natural de Siena. Descúbrese como el Volador de Siena, muerto en la hoguera por la orden de un obispo. También cambian palabras con Capocchio, famoso alquimista, que ahora tiene la apariencia de un leproso. Entrando en el Canto XXX, y prosiguiendo por el aro X, siguen con los falsificadores, pero éstos ya de monedas, personas y palabras. Los transmutadores de persona padecen una demencia furiosa. Tropiezan con Morra, Juan Esquico, Adán de Brescia, y presencian una disputa entre éste y el griego Sinón, devorado por la fiebre. Virgilio reprocha a Dante detenerse a atender palabras soeces. Continúan descendiendo al Círculo IX, donde están los gigantes en torno al pozo.

Círculo IX: LOS GIGANTES EN TORNO AL POZO

Teniendo en cuenta la brevedad de este círculo, consideré que no merecía una página aparte.
En él, se encuentran Nemrod, Efialtes y otros Titanes. Hay una comparación de la lengua de Virgilio con la lanza de Aquiles. Luego, éste suplica al gigante Anteo que los haga descender al último pozo del Infierno, el de la traición. Anteo cumple con el pedido, y los baja hasta la morada de los traidores y Lucifer en persona.

Fraude....Como tal, Dante considera varias formas de mentiras. Y no vacila en calificar incluso a los ladrones como fraudulentos. Y la pobre Thais.....Bueno, pero ¿a quiénes calificaríamos de ladrones, aduladores, hipócritas diseminadores de discordia, y fraudulentos en general.... Señores, he tomado la resolución de reservar casi toda este área en especial para...

Los políticos, de todos los credos y partidos.

¿O acaso conocen alguien que reúna con más justeza esas características?
Pero dije casi toda. Un lugarcito lo reservo para:

-Los creadores de las ventas por TV

-Sus ayudantes, los publicistas

-Bill Gates (nuevamente, por las dudas que se escape del otro lugar)

Estudiemos las obras de los tres grupos...

¡Llame Ya!

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Una cartita, aunque sea chiquita

©Diego Fernando Lozano Anderson,1999